Los investigadores de tecnología aeroespacial de la empresa China Aerospace Science and Technology Corporation, han informado de la exitosa prueba del nuevo propulsor que resultará clave para el lanzamiento de Larga Marcha 9, la nave que pretende llevar a astronautas a la Luna para establecer una base permanente.
El nuevo motor, es capaz de generar 25 toneladas de fuerza, frente a las 11 toneladas producidas por el RL-10B2, el motor estadounidense, fabricado en la actualidad por Aerojet Rocketdyne, pero que originalmente fue desarrollado en los años 50 y que ha sido “uno de los caballos de batalla de la flota espacial americana”.
¿Cómo funciona el nuevo motor chino?
Este nuevo motor, utiliza el ciclo de expansión cerrado; convierte una gran cantidad de combustible de hidrógeno líquido en gas, que a alta presión empuja la nave donde la cantidad de oxígeno es muy escasa para quemar el combustible.
El ciclo conocido como expansión cerrada, es más eficiente que los procesos de combustión convencionales porque no requiere de gasolina adicional para impulsar las bombas.
La carrera espacial a la Luna
Durante décadas, Estados Unidos ha jugado un papel importante en el desarrollo de tecnología. Sus motores han impulsado a cohetes desde la década de los 60 y han funcionado como referencia para el desarrollo de otros.
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Sin embargo, el logro chino sobrepasa lo que hasta hoy se conocía en esa área de tecnología espacial. Para China, el alunizaje no solo es una cuestión de orgullo nacional, también representa una gran oportunidad económica, teniendo en cuenta que el país asiático ya es una potencia mundial inalienable.
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En este contexto, planean llegar a la Luna lo antes posible, montar una base permanente para la siguiente década y llevar la maquinaria necesaria para la subsistencia humana.