Nicaragua, ha planteado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), su condena firme al terrorismo incitado por operaciones que pretenden ejecutar cambios de gobiernos legítimos, y que atentan contra la estabilidad de los Estados.
En representación del Gobierno de Nicaragua, el embajador permanente de ese país ante la ONU, Jaime Hermida Castillo, entre otros puntos en el Debate sobre Terrorismo Internacional, ha destacado que el Estado nicaragüense, rechaza los actos terroristas provocados en «operaciones políticas abiertas o encubiertas» que en un intento de cambiar «gobiernos legítimos» desestabilizan las naciones.
Según Hermida, la imposición de medidas coercitivas unilaterales ilegales a las naciones en tiempos de crisis representa «un crimen de lesa humanidad»; además, añadió que, el «efecto devastador» de las mismas, obstaculizan «los esfuerzos por cumplir los Objetivos de la Agenda 2030», y en particular, avanzar en la «erradicación de la pobreza».
Puedes leer: Nicaragua rechaza toda forma de ocupación colonial ante la ONU
En consecuencia, todas las «ilegales medidas unilaterales también se convierten en obstáculo para obtener los recursos para combatir el terrorismo y llamamos a que cesen de inmediato», aseveró.
Nicaragua, víctima de terrorismo de Estado
El Gobierno de Nicaragua ha condenado reiteradamente el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, incluyendo el terrorismo de Estado del cual ha insistido y evidenciado que su “pueblo y gobierno han sido víctimas”.
Tras afirmar que Nicaragua está comprometida con la preservación de la paz, la estabilidad y la seguridad, el representante ante el organismo internacional, también agregó que, el país ha sido un ejemplo para otros Estados por su lucha «en contra del flagelo del narcotráfico, crimen organizado y del terrorismo».
Te puede interesar: Daniel Ortega: No queremos relaciones con gobiernos intervencionistas
Puntualmente, el diplomático aseguró que «la cultura de paz» promovida por el Gobierno nicaragüense, se basa en los «indicadores positivos» del «desarrollo económico, político, social, equidad de género, seguridad ciudadana, y en la erradicación de la pobreza, factor imprescindible para el desarrollo humano» del país, agregó Hermida.
