La cooperación entre China y Rusia se afianza cada vez más. Las naciones han construido un megacorredor vial, con más de 700 kilómetros, el cual cruza a través de Mongolia, en la búsqueda de diversificar la economía y atraer nuevas inversiones en esas naciones.
La obra, financiada por el presupuesto de Mongolia, el Gobierno de China y una subvención del Banco Asiático de Desarrollo, es tan solo una parte del corredor conformado por más de 4,500 km, que va desde la ciudad rusa de Novosibirsk, hasta la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, en China.
Este proyecto forma parte del Esquema del Plan de Desarrollo para el Establecimiento del Corredor Económico China-Mongolia-Rusia, donde se incluye la construcción de 33 puentes que van desde los 30 y 201 metros de longitud y 1,300 metros de protección contra los fragmentos de roca.
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Desde 2013, el gigante asiático, anunció la iniciativa para la Nueva Ruta de la Seda, que incluiría construcción de grandes autopistas y vías férreas que irían desde China, hasta Holanda, cruzando por la región de Asia Central y Rusia.
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El megaproyecto, que incluye carreteras, puentes, gasoductos, puertos, ferrocarriles y centrales eléctricas, se presenta como una manera de fortalecer las relaciones internacionales con el libre comercio, esperando ayudar a 7,6 millones de personas en todo el mundo para 2030, según el mandatario chino, Xi Jinping.
