En medio de una nueva ola de protestas que ha dejado más heridos y fallecidos en Perú, la presidenta designada, Dina Boluarte, amenaza con castigar a los manifestantes, mientras miles de ciudadanos que exigen su renuncia, se tomaron las calles de Lima, capital de la nación andina.
En rueda de prensa, Boluarte, afirmó que su Gobierno “está firme”, y señaló a los manifestantes de querer “quebrantar el Estado de derecho”, además, expresó que “los actos de violencia generados a lo largo de estos días, no quedarán impunes”.
En ese contexto, se registraron las muertes de cuatro ciudadanos haitianos, en el municipio de Desaguadero, línea fronteriza con Bolivia; mientras que la población denunció las agresiones de la Policía, que reprimió a los manifestantes con disparos de perdigones y gases lacrimógenos.
Las manifestaciones están siendo encabezadas por las comunidades indígenas, sindicales y campesinas, llevando como bandera el rechazo de las acciones del pasado diciembre de 2022, con la destitución y encarcelamiento de Pedro Castillo.
De acuerdo a medios locales, la nueva jornada de protestas, desembocó en enfrentamientos con la policía y dos muertos que se suman a las más de 50 víctimas fatales que ya se contabilizan, desde que iniciaron las manifestaciones.
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En la marcha denominada “La Toma de Lima”, se registró el incendio de un edificio histórico ubicado, cercano a la Plaza San Martín, en el centro de la ciudad, dejando al menos a 28 personas afectadas.
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Los ciudadanos se continúan desplazando en la zona centro de Lima, donde se concentran los principales edificios públicos y del Gobierno, gritando “Dina, asesina”, y exigiendo la renuncia de la mandataria designada por el Congreso.