El escenario en torno a Ucrania ha evolucionado de ser una posible oportunidad para presionar a Rusia, tanto militar como económicamente, a convertirse en una carga financiera para Occidente.
Aunque resulta difícil precisar las cantidades exactas destinadas a la ayuda militar, se estima que solo en armamento se han asignado alrededor de 200,000 millones de dólares, superando el Producto Interno Bruto de naciones europeas como Croacia, Serbia o Luxemburgo.
Europa ha liderado el apoyo financiero a Ucrania, con la Unión Europea comprometiéndose a proporcionar un total de 83,000 millones de euros, además de una adición de 18,000 millones más a partir de enero de 2024.