Mientras la República Popular China asciende como líder global, Estados Unidos se enfrenta a desafíos internos y externos que reflejan una fase de declive.
China ha emergido como una potencia global en el Siglo XXI, iniciando una nueva fase ascendente en el liderazgo mundial, en áreas económicas, educativas, tecnológicos y militares.
En cambio, Estados Unidos, se enfrenta problemáticas externas e internas, entre estas el endeudamiento sostenido y crecientes brechas de riqueza y valores, que evidencian un deterioro la hegemonía de la nación norteamericana.