Augusto C. Sandino, líder nicaragüense de la lucha contra la ocupación estadounidense en el siglo XX, fue asesinado el 21 de febrero de 1934, dejando fecundos cimientos antiimperialistas y de defensa a la soberanía nacional en su Patria, Latinoamérica y el mundo.
Han transcurrido 90 años desde aquel día cuando el General Sandino fue emboscado y asesinado luego de una cena con el presidente, Juan Bautista Sacasa, en el Palacio Presidencial de La Loma, en Managua; por órdenes del jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza García, quien más tarde se convertiría en el primero de la sanguinaria dictadura somocista.
El legado perdurable de Sandino
La lucha incansable del General Augusto C. Sandino, marcó un punto de inflexión en la historia del país latinoamericano; perdurando hasta nuestros días los principios de patriotismo y de defensa del derecho a la independencia, la soberanía y autodeterminación de los pueblos, por lo que muchas naciones aún permanecen luchando.
En ese sentido, sus principios revolucionarios que buscaban la justicia para los oprimidos, inspiraron la formación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que más tarde derrocaría a la tiranía somocista.
Las palabras y pensamientos de Sandino continúan resonando en la memoria colectiva de los pueblos. «Mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza», proclamó el legendario guerrillero.
En ese contexto, su legado de lucha por la libertad, la soberanía y la justicia, sigue siendo relevante en Nicaragua y el mundo, ante la resistencia frente a la agresión extranjera, y la exigencia del derecho de la emancipación de todas las naciones.
La lucha antiimperialista de Sandino
La resistencia contra el imperialismo estadounidense desencadenó uno de los primeros movimientos de solidaridad antiimperialista en toda la región. En México, surgió la campaña del Comité «Manos Fuera de Nicaragua» con objetivos claros y definidos, donde estaba involucrado el guerrillero nicaragüense.
En este sentido, la entrevista realizada por el joven periodista nicaragüense, José Román, a Sandino, destacó el carácter latinoamericanista y el mérito de su lucha antiintervencionista.
Sandino declaró: “Yo le llamo La Legión Latinoamericana, a los que vinieron voluntariamente de casi todos los países de Latinoamérica a engrosar las filas del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua”.
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De esta manera, en noviembre de 1927, Sandino fundó el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, liderando una guerra nacional que resultó en la expulsión de las tropas estadounidenses del país.
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Sandino dejó una marca indeleble en la historia de Nicaragua, con su vida consolidó un legado como símbolo de resistencia ante la intervención extranjera, y de indoblegable defensa a la soberanía nacional.
