Después de 50 años desde la histórica misión de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), que llevó al ser humano a la Luna, una nueva hazaña espacial fue alcanzada con la llegada de la nave Odysseus a suelo lunar.
En este sentido, la nave espacial Odysseus forma parte de una nueva flota de robots comerciales sin tripulación financiados por la NASA, destinados a explorar y realizar experimentos en la Luna.
Después de un descenso de aproximadamente una hora, Odysseus tocó tierra lunar el 22 de febrero del año en curso, tras haber despegado desde Florida el anterior 15 de febrero.
A pesar de los desafíos inherentes al ambiente lunar, la nave tiene un período limitado para llevar a cabo sus experimentos, antes de que las bajas temperaturas del entorno lunar afecten su funcionamiento.
Este acontecimiento sigue a un intento fallido el mes pasado por otra empresa estadounidense de llegar a la Luna, lo que subraya la importancia de demostrar la capacidad de la industria privada para llevar a cabo misiones espaciales complejas.
Exploración del terreno y las comunicaciones
La carga útil de la NASA a bordo del módulo de aterrizaje tiene como objetivo ampliar estudios sobre la superficie lunar y las comunicaciones, especialmente en áreas cercanas al Polo Sur lunar.
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Además de la carga científica de la NASA, el módulo transporta seis cargamentos privados, que incluyen esculturas del artista Jeff Koons representando las fases lunares, junto con seis instrumentos científicos adicionales.
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Este hito representa un paso significativo en la colaboración entre la NASA y la industria privada, para avanzar en la exploración espacial y expandir el entendimiento científico del cosmos.