Masud Pezeshkian juramentó y asumió la presidencia de la Republica de Irán. En sus primeras palabras, se comprometió a defender el sistema de la República Islámica y la Constitución del país.
En este sentido, la ceremonia de investidura contó con la participación de delegaciones de 80 países, incluidos 11 presidentes de parlamentos, cuatro vicepresidentes, cuatro primeros ministros y dos presidentes, de acuerdo a Alaedin Boruyerdi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní.
Boruyerdi explicó que la presencia de funcionarios extranjeros en la ceremonia no es obligatoria, sino una señal de respeto hacia Irán.
Según el artículo 121 de la Constitución, la investidura del presidente debe realizarse en una sesión abierta del Parlamento, con la asistencia del jefe del Poder Judicial y los miembros del Consejo de Guardianes.
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«Juro, como Presidente de la República, ante el Sagrado Corán y el pueblo iraní, por Dios Todopoderoso, que protegeré la religión oficial del sistema republicano islámico y la Constitución del país, y que emplearé todas mis capacidades para cumplir con las responsabilidades que me han sido asignadas», declaró Pezeshkian.
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Reactivar el acuerdo nuclear de 2015 será uno de los principales desafíos que enfrentará, un pacto que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas internacionales. Este acuerdo fue abandonado por Estados Unidos en 2018, lo que llevó a la reimposición de sanciones contra Irán.
