Dos exagentes del Mossad han expuesto detalles de una operación secreta israelí que culminó en un atentado devastador contra Líbano y Siria. Durante una entrevista en el programa 60 Minutes Overtime de CBS, revelaron cómo se usaron dispositivos explosivos disfrazados de buscapersonas y walkie-talkies para atacar a Hezbolá, causando decenas de muertos y 3.000 heridos, entre ellos numerosos civiles.
La operación incluyó la creación de una empresa ficticia que permitió al Mossad infiltrar los dispositivos alterados en las filas de Hezbolá. «Diseñamos un mundo de mentira», afirmó Michael, uno de los exagentes, quien comparó la operación con un guion cinematográfico. Los dispositivos se vendieron como productos confiables a través de anuncios falsos en YouTube, logrando convencer al grupo chií de su utilidad.
Gabriel, el segundo agente entrevistado, explicó que se tardaron años en modificar los equipos para alojar explosivos y garantizar su efectividad. Además, detalló cómo el Mossad utilizó empresas fantasmas en diferentes países para ocultar su implicación, logrando que Hezbolá adquiriera más de 16.000 dispositivos explosivos sin sospechas.
El impacto del ataque no se limitó a los militantes de Hezbolá; miles de civiles en Líbano y Siria sufrieron las consecuencias de las explosiones, lo que ha generado condenas internacionales.