La posible caída de von der Leyen podría sacudir tanto a la política interna como al liderazgo europeo, ante señalamientos por corrupción.

La carrera política de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, aún se encuentra en riesgo por las acusaciones de corrupción que la señalan de haber sobrepasado los límites de su cargo negociando en secreto con la farmacéutica Pfizer.

Las acusaciones surgen por el acuerdo de compra de 1.800 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, gestionado sin los procedimientos oficiales. Este escándalo sigue siendo un tema de preocupación para la estabilidad de la Unión Europea.

Según Carolina Pavese, experta en Relaciones Internacionales, la jefa de la Comisión Europea ha logrado mantenerse gracias a una base de apoyo del centro-derecha. Sin embargo, su posición sigue siendo frágil, especialmente en medio de una crisis económica y un nuevo orden global que favorece menos a Europa.

«La Unión Europea se enfrenta a una crisis económica que ya ha sido anticipada, con mucho miedo a este nuevo orden global que está cociendo [el presidente de EEUU, Donald] Trump y que debería prescindir de los intereses europeos», detalló Pavese.

El escándalo de von der Leyen podría desestabilizar la UE

El catedrático en Relaciones Internacionales de la Escola Superior de Propaganda e Marketing (ESPM) y del Centro Universitario Belas Artes de Sao Paulo,, Demetrius Pereira, advierte que la caída de von der Leyen podría tener repercusiones profundas. Internamente, un posible intento de destituirla podría generar inestabilidad política en el Parlamento Europeo. A nivel global, su debilitamiento podría afectar la posición de la UE en un mundo cada vez más desafiante.

El escándalo se refiere específicamente a negociaciones privadas entre von der Leyen y el CEO de Pfizer, Albert Bourla, para asegurar un contrato de vacunas antes de la finalización de los ensayos clínicos. Las conversaciones se realizaron a través de mensajes de texto, los cuales luego fueron borrados, lo que ha levantado más sospechas.

La denuncia fue presentada por el grupo de presión belga Frederic Baldan y varios ciudadanos, mientras países como Polonia y Hungría se han sumado a la causa. Aunque el tribunal de Lieja ha confirmado su jurisdicción, el caso sigue sin resolución clara, mientras von der Leyen logró ser reelegida para un nuevo mandato en 2024.