El asteroide 2024 YR4, de unos 50 metros de diámetro, mantiene en vilo a la comunidad científica debido a su trayectoria incierta.
David Rankin, experto del Catalina Sky Survey de la NASA, advirtió que, de colisionar, el asteroide podría caer en un corredor de riesgo que atraviesa Sudamérica, el Atlántico y el África subsahariana.
«Existe la posibilidad de que el impacto expulse material que eventualmente caiga sobre la Tierra, pero dudo mucho que esto suponga una amenaza significativa», afirmo el experto.
Además, existe un 0,3% de probabilidades de que choque contra la Luna, lo que generaría una explosión visible desde la Tierra y posiblemente un nuevo cráter en su superficie.
Si 2024 YR4 impactara la Tierra, su fuerza sería similar al evento de Tunguska en 1908, cuando un meteorito arrasó 2.000 km² de bosque en Siberia.
Actualmente, el asteroide está clasificado en nivel 3 en la escala de Turín, lo que implica que requiere monitoreo, aunque no representa una amenaza inminente.
Si se confirmara un peligro real, la NASA podría utilizar impactadores cinéticos, como en la misión DART de 2023, que logró desviar un asteroide. Por ahora, las agencias espaciales siguen monitoreando su trayectoria.
A pesar de las alarmas, los expertos consideran que 2024 YR4 terminará pasando cerca sin colisionar. Sin embargo, nuevas observaciones serán clave para descartar cualquier riesgo para la Tierra o la Luna.