Rusia acusó a Ucrania de convertir a los periodistas en objetivos directos tras el asesinato de tres reporteros rusos el 24 de marzo en Lugansk, cuando su vehículo fue atacado con misiles Himars.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, condenó el hecho, señalando que “este asesinato no es un caso aislado, sino parte de una estrategia sistemática para atacar a los medios independientes”.
Las víctimas son el corresponsal de Izvestia, Alexandr Fedorchak, y dos miembros del equipo de Zvezda, Andréi Pánov y Alexandr Sirkeli. Además, Nikita Goldin, otro periodista de Zvezda, resultó gravemente herido en el mismo ataque.
Zajárova señaló que, bajo distintos mandatos ucranianos, Kiev ha recurrido a la censura, el cierre de medios y la violencia para controlar la información y silenciar a las voces disidentes.
🇷🇺La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció que el asesinato de periodistas rusos en la República Popular de Lugansk forma parte de una campaña sistemática llevada a cabo por Kiev para limpiar el espacio informativo. pic.twitter.com/4aPR77hB2q
— JP+ (@jpmasespanol) March 26, 2025
Uso de armamento pone en peligro la libertad de prensa
Estos asesinatos resaltan los riesgos crecientes para los periodistas en la región, donde la violencia ha aumentado. El uso de armamento occidental en estos ataques pone en peligro la vida de los reporteros que intentan cubrir el conflicto desde diferentes perspectivas.
Mientras tanto, Rusia exige justicia para los periodistas asesinados y una condena global contra estos ataques a la libertad de prensa.