El conflicto en Ucrania y la guerra comercial de Trump reabren el debate sobre el retorno del gas ruso al continente europeo.
El conflicto en Ucrania y la guerra comercial de Trump reabren el debate sobre el retorno del gas ruso al continente europeo.

Empresas y autoridades europeas comienzan a considerar el restablecimiento de las importaciones de gas ruso, en medio de crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos.

Según un informe de Reuters, existe temor en el continente de que Washington utilice el suministro de gas como moneda de cambio en sus negociaciones con la Unión Europea.

“Si hay una paz razonable en Ucrania, podríamos volver a flujos de 60.000 o 70.000 millones de metros cúbicos anuales, incluido el gas natural licuado”, declaró Didier Holleaux, vicepresidente ejecutivo de la energética francesa Engie.

Bruselas enfrenta opciones limitadas, las negociaciones con Qatar para ampliar el suministro de gas han fracasado, mientras que el avance de las energías renovables aún no ofrece la seguridad energética que la región necesita. Esta combinación de factores ha provocado que algunas voces comiencen a normalizar el debate sobre el gas ruso.

En Alemania, donde el gas ruso cubría hasta el 60 % de la demanda antes de la guerra, la urgencia es mayor. “Estamos en una grave crisis y no podemos esperar”, afirmó Christof Guenther, directivo del sector químico.

Agregó que la reapertura de oleoductos rusos tendría un impacto inmediato en la reducción de los precios energéticos.