La operación “Carros de Gedeón” se extiende por el norte y sur del enclave palestino con cientos de objetivos atacados.
La operación “Carros de Gedeón” se extiende por el norte y sur del enclave palestino con cientos de objetivos atacados.

El ejército israelí ha iniciado una agresión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza, denominada “Carros de Gedeón”, que ha sido catalogada por organismos internacionales como una campaña genocida en el enclave palestino.

Desde organizaciones como el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR), la ofensiva ha sido catalogada como una “campaña genocida”. Su director ejecutivo, Nihad Awad, denunció que “el mundo ha normalizado la deshumanización del pueblo palestino”, y advirtió que el silencio internacional pone en evidencia la hipocresía del derecho internacional.

Las acciones involucran a tropas activas y reservistas que avanzan simultáneamente en el norte y sur del enclave, según confirmó el propio Ejército israelí.

Previamente, la Fuerza Aérea lanzó una oleada de ataques contra al menos 670 objetivos. Las FDI afirman haber “eliminado a decenas de combatientes” y consolidado posiciones estratégicas dentro de Gaza, sin embargo, la agresión se ejecuta en zonas civiles.

El objetivo, de acuerdo con fuentes oficiales citadas por medios israelíes, es ocupar zonas clave del territorio y forzar el desplazamiento masivo de civiles hacia el sur del enclave. La operación ocurre en paralelo a nuevas negociaciones de alto el fuego con Hamás en Qatar.

Más de 60 mil palestinos asesinados

Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Gaza reporta que al menos 140 personas murieron solo este domingo, elevando la cifra total de fallecidos a más de 53.000, aunque estimaciones locales la sitúan ya por encima de los 61.000, incluyendo miles de cuerpos aún bajo los escombros. Todos los hospitales públicos del norte están fuera de servicio.

A pesar del creciente número de víctimas y la catástrofe humanitaria, Israel insiste en continuar su ofensiva hasta desmantelar por completo la estructura de Hamás. Grupos de derechos humanos insisten en que se detenga la ofensiva para evitar una limpieza étnica irreversible. La comunidad internacional permanece dividida ante la gravedad de los hechos.