580 civiles palestinos han sido asesinados por Israel, mientras buscaban ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, según denunció la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza, indicando que más de 4.200 personas han resultado heridas, en ataques directos contra puntos de distribución.
Uno de los ataques más recientes ocurrió en el hospital Mártires de Al-Aqsa, donde fue bombardeada una tienda de campaña con desplazados dentro del recinto médico, provocando múltiples heridos, este ataque eleva a doce los registrados contra esta instalación, desde octubre de 2023.
Hasta el momento, se registran 256 ataques documentados contra centros de desplazados donde se refugian más de 700.000 civiles.
Solo en junio, al menos 11 escuelas-refugio fueron destruidas por bombardeos israelíes, según organismos de derechos humanos.
Según testimonios, miles de palestinos caminan durante horas hacia los centros de asistencia, donde son recibidos con disparos por parte de soldados israelíes.
Aunque el ejército alega que se trata de “tiros de advertencia”, organizaciones locales afirman que el uso de la fuerza es letal y sistemático.
La Oficina de Medios reclamó rendición de cuentas por crímenes de guerra y responsabilizó tanto a Israel como a sus aliados, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, por apoyar lo que calificó como una “exterminación sistemática de civiles en Gaza”.
Mientras tanto, la catástrofe humanitaria en Gaza no se detiene, las cifras oficiales indican que más de 60 mil palestinos han sido asesinados y alrededor de 133 mil han resultados heridos desde el inicio de la ofensiva israelí.