Irán denunció las “conductas y declaraciones intervencionistas” de Estados Unidos en los asuntos internos de países soberanos, en particular Venezuela, tras la oferta de 50 millones de dólares por la captura del presidente Nicolás Maduro.
Teherán advirtió que esta acción pone en riesgo los fundamentos normativos y éticos de las Naciones Unidas.
En un comunicado oficial, el país persa señaló que la medida constituye una violación sin precedentes de los principios fundamentales de la Carta de la ONU y del derecho internacional.
Además, acusó a Washington de amenazar a un mandatario legítimo y de emitir acusaciones infundadas, calificando la postura estadounidense como una muestra de “unilateralismo agresivo” y “métodos coercitivos” para imponer su agenda exterior.
Teherán reiteró su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Venezuela, rechazando enérgicamente las acciones de la Casa Blanca.
Por su parte, el Ejecutivo venezolano denunció la recompensa ofrecida como una “operación propagandística” y una “distracción desesperada” frente a la crisis interna estadounidense.
El canciller, Yván Gil, tildó las acusaciones de supuestos vínculos de Maduro con el narcotráfico como un “show mediático”, destinado a satisfacer a sectores extremistas.
Tanto Irán como Venezuela advirtieron que este tipo de acciones sientan un precedente peligroso y amenazan la estabilidad de las relaciones internacionales y el respeto a la soberanía.