El gobierno colombiano anunció el fin de la adquisición de armamento a Estados Unidos, luego de que la administración de Donald Trump retirara la certificación de Colombia como aliado estratégico en la lucha antidrogas.
“A partir de este momento, no se le comprarán armas a Estados Unidos”, afirmó el ministro del Interior, Armando Benedetti, en entrevista con Blu Radio. La decisión responde directamente a la descertificación emitida por Washington, con el pretexto de calificar de insuficientes los esfuerzos de Bogotá en la lucha contra el narcotráfico.
El presidente, Gustavo Petro, que ya había anticipado el anuncio, calificó como terminada la “dependencia” militar respecto a EE. UU. “No más limosnas ni regalos. El Ejército colombiano debe adquirir o fabricar sus armas con recursos propios”, declaró, apelando al principio de soberanía nacional.
La relación entre ambos gobiernos atraviesa un periodo de tensión, agudizado por diferencias en políticas antidrogas, cooperación militar y visión estratégica. Petro también ha criticado duramente el enfoque de EEUU, al que acusa de promover una guerra fallida que ha costado miles de vidas en América Latina.
Alianza militar de Colombia y EEUU en declive
Colombia había sido durante décadas uno de los principales aliados militares de Washington en la región, especialmente bajo el Plan Colombia. La decisión actual abre una nueva etapa en la política exterior y de defensa del país.
Colombia suspendió la compra de armas a EEUU tras la decisión de Washington de retirar la certificación como aliado antidrogas, informó el ministro del Interior, Armando Benedetti. El presidente Gustavo Petro, dijo que esta medida pone fin a la dependencia militar estadounidense. pic.twitter.com/tepxObD18E
— JP+ (@jpmasespanol) September 17, 2025
Durante un consejo de ministros, Petro catalogó la medida como una “presión” que ya no será tolerada. “Se acabó la sustitución forzada. EEUU deja de obligarnos”, afirmó. Señaló que los equipos militares deben responder a los intereses de soberanía y no a una agenda impuesta desde el exterior.
El mandatario acusó a Washington de no asumir su responsabilidad en la crisis global de drogas. “¿Qué han hecho para frenar el consumo de fentanilo y cocaína?”, cuestionó. “Nos culpan a nosotros, pero nosotros ponemos los muertos”, dijo, recordando los miles de víctimas latinoamericanas desde el inicio de la llamada “guerra contra las drogas”.
Petro también defendió la capacidad operativa de las autoridades nacionales, subrayando que Colombia es el país que más droga incauta en el mundo y que su inteligencia en este campo es “excelente”. Denunció la doble moral de EE. UU., que no ha logrado reducir el consumo interno mientras impone sanciones externas.
La reacción se dio tras la inclusión de Colombia en la lista de países “fallidos” en cooperación antidrogas, según la administración Trump. Junto a Colombia figuran Afganistán, Bolivia, Myanmar y Venezuela. El anuncio se produce en medio de tensiones geopolíticas por el despliegue militar de EE. UU. en el Caribe.