Rusia lanzó un fuerte llamado ante la ONU, calificando las sanciones contra Venezuela como una “seria amenaza para los derechos humanos” y advirtiendo sobre su impacto devastador en la población del país sudamericano.
El pronunciamiento, realizado por la delegación permanente de Rusia ante la ONU, tuvo lugar durante el 60º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de ese organismo, donde se debatió la situación venezolana.
El Observatorio Venezolano Antibloqueo señala que Venezuela ocupa el quinto puesto mundial en cantidad de sanciones, acumulando 1,039 medidas coercitivas unilaterales, en su mayoría impuestas por Estados Unidos en los últimos diez años.
En este sentido, Moscú cuestionó, ante la ONU, la legitimidad de estas medidas y su impacto humanitario directo.
Estas restricciones, añadió la representación, han afectado seriamente a la población venezolana, agudizando la crisis económica y social.
Además, expresaron su rechazo al uso del Consejo de Derechos Humanos como herramienta de presión política, advirtiendo que “más de mil sanciones han sido impuestas a Caracas, y mientras más se intensifican, peor se vuelve la situación, dificultando al Estado garantizar la protección de los derechos humanos”.
Esta declaración coincide con la posición sostenida por el gobierno de Nicolás Maduro, que ha denunciado reiteradamente las sanciones impuestas por Washington.
En abril de 2025, el canciller venezolano, Yván Gil, sostuvo que la mayoría de los países en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reconocen el daño generado por estas medidas unilaterales.