El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, lanzó una dura advertencia contra las políticas de Estados Unidos, al señalar que las acciones del presidente Donald Trump empujan a Oriente Medio hacia una grave crisis.
“El presidente [Donald] Trump ha dicho que su administración vino a crear paz, pero el camino que ha emprendido incendiará toda la región”, afirmó Pezeshkian, en referencia a la estrategia militar y diplomática de Washington, la que calificó como una política intervencionista y desestabilizadora.
Durante los periodos de gobierno de Trump, Estados Unidos mantuvo o expandió su presencia militar en Medio Oriente, con operaciones de gran escala y ataques esporádicos en países como Yemen e Irán. Según el líder persa, estas acciones incrementaron las tensiones al mismo tiempo que fortalecieron la inestabilidad regional.
Las acusaciones también se centraron en el respaldo militar y de inteligencia que Washington otorga a Israel. De acuerdo con el presidente iraní, el régimen de Tel Aviv ha intensificado sus planes expansionistas con la ayuda de miles de millones de dólares transferidos por la Casa Blanca, lo que ha desatado ataques contra Gaza, Siria, Líbano, Yemen, Irán e incluso Catar.
Ante la posibilidad de un nuevo enfrentamiento similar al ocurrido en junio, cuando Israel y Estados Unidos se enfrentaron directamente con Teherán, Pezeshkian fue categórico: “Quien nos ataque, haremos todo lo posible para darle la respuesta más fuerte”. Y añadió que, aunque Irán no busca la guerra, tampoco la teme.
Irán rechaza acusaciones de EEUU sobre su programa nuclear
La llamada guerra de doce días, desarrollada entre el 13 y el 25 de junio, dejó en evidencia la capacidad militar iraní, que desplegó misiles balísticos, incluidos modelos hipersónicos, y drones contra objetivos estratégicos en Israel y contra Al Udeid, la base aérea más importante de EE.UU. en la región, ubicada en Catar. Según Teherán, estas operaciones fueron de carácter defensivo.
El presidente iraní también rechazó las acusaciones de Washington sobre un supuesto programa nuclear militar. Criticó el uso de imágenes satelitales como base para imponer sanciones y propuso inspecciones reales de las instalaciones nucleares iraníes.
Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados bloquearon la postergación del mecanismo de sanciones conocido como “snapback” en el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de que Teherán había alcanzado un acuerdo de cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).