Al menos 18 embarcaciones destruidas por Estados Unidos y más de 60 muertos desde septiembre.
Al menos 18 embarcaciones destruidas por Estados Unidos y más de 60 muertos desde septiembre.

La Organización de las Naciones Unidas acusó a Estados Unidos de vulnerar el derecho internacional y los derechos humanos por sus bombardeos contra lanchas que, sin pruebas, “presuntamente” están ligadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico oriental.

“Estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables. Estados Unidos debe detener tales ataques y tomar todas las medidas necesarias para evitar la matanza extrajudicial de personas a bordo de estos barcos”, afirmó Volker Türk.

El secretario general, António Guterres, se alineó con el Alto Comisionado Volker Türk, quien pidió detener de inmediato estas operaciones y abrir investigaciones imparciales.

En la sede del organismo, el portavoz adjunto, Farhan Haq, precisó que, con la información disponible, “ninguna de las personas a bordo” parecía suponer una amenaza inminente que justificara ataques letales.

Según recuentos periodísticos y de la propia oficina de derechos humanos, desde inicios de septiembre los golpes aéreos han destruido al menos 18 embarcaciones —17 botes y un semisumergible— dejando más de 60 fallecidos.

Un nuevo ataque reportado el 7 de noviembre elevó la cifra de víctimas y confirmó la continuidad de la campaña de agresión.

Washington defiende que se trata de acciones contra “narco-terroristas” y afirma que continuará mientras sea “necesario”, según el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

La ONU pidió una pesquisa transparente de todas las muertes, el respeto estricto del derecho a la vida y que la respuesta al tráfico ilícito se mantenga en el ámbito policial, no militar.