
La resolución aprobada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) es inaceptable e inconsistente con el derecho internacional, señaló el canciller iraní Abbas Araghchi.
El documento exige a Irán otorgar acceso e información sobre su programa nuclear, según diplomáticos citados por Reuters, una decisión que surge tras los ataques de EEUU e Israel contra instalaciones iraníes en junio, que impidieron verificar reservas clave de uranio altamente enriquecido.
“Me temo que la resolución tendrá sus propias consecuencias”, declaró el embajador iraní ante el OIEA, añadiendo su rechazo a cualquier cooperación que involucre “los lugares bombardeados”.
La moción aprobada por 19 votos a favor, tres en contra y 12 abstenciones, fue rechazada por Rusia, China y Níger, quienes denunciaron el sesgo político de la iniciativa.
Desde su perspectiva, los tres países señalaron que, la exigencia ignora que las inspecciones fueron interrumpidas por ataques militares contra instalaciones protegidas, lo que socava la imparcialidad que debería regir al organismo.
En su informe confidencial, el OIEA admite no haber podido acceder a siete sitios críticos, incluidos Fordo y Natanz, debido a operaciones militares externas.
Teherán sostiene que no permitirá inspecciones en lugares bombardeados, pues ello equivaldría a legitimar agresiones estadounidenses e israelíes contra infraestructura civil.
Con este escenario, Irán insiste en que seguirá actuando conforme al Tratado de No Proliferación, pero sin aceptar imposiciones ni mecanismos que vulneren su soberanía.




