
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, publicada por la administración de Donald Trump, sostiene que Europa atraviesa un declive prolongado —económico, político y cultural— que podría desembocar en una “desaparición de su civilización” si no corrige su rumbo.
El informe señala que ese deterioro se ha visto agravado por la erosión de principios democráticos, políticas migratorias consideradas desestabilizadoras y decisiones ambientales que la Casa Blanca describe como “ideologías del cambio climático”.
Según Washington, estas tendencias han debilitado la cohesión interna del continente y generado un entorno político cada vez más restrictivo para la libertad de expresión.
Declive de Europa en menos de 20 años
El texto acusa a sectores dirigentes europeos de impulsar normas “antidemocráticas” que afectan a derechos fundamentales en Europa y en otros países del mundo democrático. En esta línea, afirma que el continente ha perdido “confianza civilizacional” y continúa atrapado en un modelo de “asfixia regulatoria” que frena su desarrollo. “Queremos que Europa siga siendo europea”, enfatiza la estrategia.
De acuerdo con el escrito, el papel de Washington debería enfocarse en “ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual”, respaldando a fuerzas políticas tradicionales para evitar un deterioro mayor. La Casa Blanca advierte que, si las dinámicas actuales persisten, el continente podría transformarse radicalmente en “20 años o menos”.
El análisis identifica varios factores como amenazas centrales: la influencia de organismos transnacionales que —según EEUU— erosionan la soberanía y la libertad política; políticas migratorias que modifican el tejido social; la censura de voces críticas; la caída de las tasas de natalidad; y la progresiva pérdida de identidades nacionales. Todos estos elementos, concluye el documento, están convergiendo en una crisis civilizatoria sin precedentes.




