El gobierno de Bolivia declaró oficialmente un estado de desastre nacional, debido a los devastadores incendios forestales que afectan el este del país.
El anuncio fue realizado por la ministra de la Presidencia, Marianela Prada, tras una reunión de autoridades en Santa Cruz, epicentro de la emergencia.
“Se declara situación de desastre nacional por la presencia de incendios forestales en el país”, afirmó Prada al dar lectura al decreto gubernamental.
El presidente Luis Arce informó sobre la presentación de proyectos de ley ante la Asamblea Legislativa Plurinacional para gestionar créditos internacionales, con el fin de financiar las operaciones contra el fuego, que actualmente alcanzan los 325 millones de dólares.
“Hemos aprobado este decreto no. 5235 que declara desastre nacional para que podamos activar todo lo que esté en nuestras manos para enfrentar los incendios que nos vienen preocupando desde hace tres meses», explicó el mandatario”, señaló Arce.
De esta manera, el Decreto Supremo tiene como objetivo proteger el medio ambiente, la salud y la vida de los habitantes, además de salvaguardar la biodiversidad y las actividades económicas afectadas por la magnitud de los incendios.
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Los departamentos más perjudicados son Santa Cruz, Beni y Pando, ubicados en la región amazónica del noreste de Bolivia. Según las autoridades, hasta el momento se han registrado al menos 37 incendios forestales en estas áreas, cuyo origen está vinculado principalmente a la deforestación agrícola para cultivos como soya y arroz.
La gravedad de la crisis actual supera a la de años anteriores. En 2023, los incendios ya han destruido 3.3 millones de hectáreas, mientras que en 2019 se consumieron casi seis millones de hectáreas en la Amazonía boliviana.
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Las autoridades advierten que, aunque los incendios forestales son fenómenos naturales, la situación en Bolivia está agravada por actividades humanas como la quema descontrolada para la expansión agrícola, exacerbada por condiciones climáticas extremas.