Bolivia denuncia intento de golpe de Estado, tras una movilización irregular de cuerpos militares en la Plaza Murillo, en La Paz, donde los soldados, liderados por el general Juan José Zuñiga, se tomaron el palacio presidencial en el que se encuentra el mandatario Luis Arce.
De esta manera, Arce señaló que hay una “movilización irregular” de “algunas unidades” del Ejército Boliviano. A lo que se sumó poco después la denuncia del expresidente Evo Morales, quien aseguró que se gesta un «golpe de Estado» debido a la presencia de grupos militares con uniforme de combate.
«Se está gestando un golpe de estado. En este momento, hay personal de las Fuerzas Armadas y tanques desplegados en la Plaza Murillo», publicó Morales en X.
En la Plaza Murillo, unidades militares están lanzando gases lacrimógenos y balines contra un grupo de ciudadanos. El grupo castrense cuenta con francotiradores en puntos estratégicos de la ciudad, según informes de medios locales.
La canciller de Bolivia, Celinda Sosa, ha denunciado ante la comunidad internacional las acciones «irregulares» de unidades del Ejército, afirmando que estas «amenazan la democracia, la paz y la seguridad del país».
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«Hacemos un llamado a la comunidad internacional y al pueblo boliviano para que se respeten los valores democráticos y se respalde al gobierno de Luis Arce Catacora, elegido constitucional y legítimamente por la voluntad soberana del pueblo boliviano», declaró Sosa en un video publicado en X.
Voces internacionales han reaccionado a estas acciones en Bolivia. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, señaló en sus cuentas de redes sociales que «Convoco de urgencia a los presidentes de los países miembros de la CELAC, a condenar el fascismo que hoy atenta contra la democracia en Bolivia y exigir el respeto pleno al poder civil y a la Constitución».
Asimismo, Castro subrayó que «las fuerzas militares han asestado nuevamente un criminal Golpe de Estado. Expresamos nuestro apoyo incondicional al hermano pueblo de Bolivia, al presidente Luis Arce».
Por su parte, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, declaró que: «España condena rotundamente los movimientos militares en Bolivia. Enviamos al Gobierno de Bolivia y a su pueblo nuestro apoyo y solidaridad y hacemos un llamamiento a respetar la democracia y el estado de derecho».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó el golpe de Estado en desarrollo en Bolivia y manifestó su respaldo al presidente Luis Arce.
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Maduro llamó al pueblo boliviano a defender la democracia, la paz, su constitución y a su líder, Luis Arce. “¡No al golpismo!”, proclamó.
