Desde La Habana, Cuba, partieron hacia Venezuela los tres buques de guerra y un submarino de la Armada de Rusia; un ejercicio que forma parte de las relaciones entre las naciones y que no representan una amenaza para la región.
El primero en llegar al puerto de La Guaira, territorio venezolano, fue El buque petrolero Akadémik Pashin, al que lo siguen la fragata Admiral Gorshkov, el submarino nuclear Kazán, y un remolcador de salvamento, el grupo naval.
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El Gobierno de Estados Unidos, previo a la llegada de los navíos rusos, expresó su conocimiento al respecto, y reconoció que no consideraba esta acción como una amenaza, pero que estarían pendientes del desarrollo de los ejercicios programados.
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En ese momento, el ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, confirmó que ninguna de las cuatro embarcaciones porta armas nucleares, enfatizando que su estadía «no representa una amenaza para la región».
