China anunció una tarifa especial a embarcaciones relacionadas con Estados Unidos desde el 14 de octubre, en reciprocidad a acciones de Washington. La medida engloba a buques operados, construidos o de propiedad estadounidense, además de aquellos que naveguen con su bandera.
El nuevo cargo será de 400 yuanes (56 dólares) por tonelada neta, con aumentos graduales hasta llegar a 1.120 yuanes (157 dólares) en 2028. Solo se aplicará en el primer puerto chino que visiten durante su recorrido.
Esta decisión responde a una política similar implementada por Washington, que desde febrero impone tasas a barcos chinos.
En paralelo, China intensificó los controles sobre la exportación de tierras raras, esenciales para sectores claves de EEUU, Pekín lo hizo como reacción a las restricciones estadounidenses sobre tecnología avanzada y semiconductores.
Tras el anuncio, el presidente de Estados Unidos amenazó con imponer nuevos aranceles a China y canceló su reunión prevista con su homólogo Xi Jinping.
China defiende su comercio con Irán
Además, Pekín condenó una nueva ronda de sanciones estadounidenses contra empresas chinas por comerciar con petróleo iraní.
“Es totalmente legítimo y razonable que los países mantengan una cooperación normal con Irán dentro del marco del derecho internacional”, subrayó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Guo Jiakun.
El vocero chino aseguró que su país protegerá su seguridad energética y los intereses de sus empresas. También instó a EEUU a cesar el uso de sanciones unilaterales, especialmente tras la retirada del acuerdo nuclear con Irán.