China inauguró el primer centro de formación para robots humanoides, en Shanghái, destacándose por ser pionero en su avanzada tecnología y enfoque en la colaboración humano-robot. Este centro alberga una variedad de robots diseñados para abordar desafíos en áreas clave como salud, manufactura y transporte.
“El centro de entrenamiento, conocido oficialmente como Campo de Entrenamiento de Robots Humanoides Kylin, es gestionado conjuntamente por el Centro de Innovación Robótica Humanoide con sede en Shanghai y el Grupo Zhangjiang, y puede albergar más de 100 robots humanoides para entrenamiento simultáneo en su fase inicial”, de acuerdo a la agencia Xinhua.
El director general del centro, Xu Bin, según citó Xinhua, detalló que “esta instalación de entrenamiento reducirá significativamente los costos de inversión asociados al desarrollo de tecnologías de inteligencia incorporada, al tiempo que abordará cuestiones relacionadas con la creación de infraestructura redundante en la industria dentro de China”.
El centro no solo se centra en mejorar las habilidades técnicas de los robots, sino también en su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes y trabajar de forma segura junto a los humanos. Su objetivo es desarrollar robots que no solo sean precisos, sino también capaces de entender y responder a las emociones humanas.
🇨🇳🤖 El primer centro de formación para robots humanoides en Shanghái, China, se enfoca en el aprendizaje automatizado y la adaptación social, preparando robots para sectores como salud, manufactura y transporte. pic.twitter.com/6R50HckKWD
— JP+ (@jpmasespanol) January 23, 2025
China lidera la robótica global y automatización industrial
Este proyecto refuerza el liderazgo de China en robótica. En 2021, el país superó a Estados Unidos con 322 robots por cada 10,000 trabajadores en la manufactura. La Federación Internacional de Robótica (IFR) destaca que la automatización sigue creciendo a nivel global, con 553,000 nuevos robots industriales en 2022.
Un ejemplo de estos avances es el robot PUDU D9, un modelo bípedo capaz de adaptarse a entornos como hospitales y almacenes. Equipado con sensores avanzados, es un claro ejemplo de la robótica colaborativa que marca el futuro de la industria.
El impacto de este centro va más allá de China, sirviendo como modelo para otros países interesados en integrar robots en sus economías. A medida que estos robots se integren en la vida cotidiana, se abrirá un nuevo capítulo en la interacción entre humanos y máquinas.