La misión refuerza el papel de China en el mercado espacial comercial y su apuesta por tecnologías más limpias.
La misión refuerza el papel de China en el mercado espacial comercial y su apuesta por tecnologías más limpias.

China logró colocar en órbita seis satélites mediante el cohete comercial ZQ-2E Y2, que despegó a las 12:12 (hora de Beijing) desde la zona piloto de innovación espacial comercial de Dongfeng, cercana al Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan.

El ZQ-2E Y2 es una versión mejorada del modelo ZQ-2, que utiliza un sistema de propulsión criogénico alimentado por oxígeno líquido y metano, este último siendo el principal componente del gas natural, de acuerdo a la agencia Xinhua.   

En este sentido, el vehículo fue desarrollado por la empresa privada LandSpace, con sede en Beijing. Según la compañía, el cohete tiene la capacidad de transportar hasta 4 toneladas a una órbita sincrónica solar de 500 kilómetros.

Este lanzamiento representa el quinto de la serie ZQ-2 y el segundo éxito consecutivo de LandSpace, tras el vuelo del ZQ-2 Y1 en noviembre de 2024, que colocó dos satélites en órbita. Las mejoras en el nuevo modelo incluyen un mayor empuje del motor y el uso de materiales compuestos en lugar de metales en el carenado, lo que aumenta su eficiencia y fiabilidad.

El nombre ZQ proviene de «Zhuque», o pájaro bermellón, una deidad de la mitología china que representa el fuego y el sur. Este simbolismo refleja el compromiso de China con el avance tecnológico y la exploración espacial.

Con este logro, China consolida su posición en el sector espacial comercial, demostrando su capacidad para desarrollar y operar tecnologías avanzadas de lanzamiento. La elección de metano como combustible también subraya una tendencia hacia soluciones más limpias y sostenibles en la industria aeroespacial, según Xinhua.