Un grupo de investigadores en la Universidad de Lund realizó experimentos para comprender el origen de la conciencia y obtener pistas para el tratamiento de trastornos neurológicos, utilizando drogas como el LSD (dietilamida del ácido lisérgico) en roedores.
Estos experimentos se han enfocado en estudiar los efectos de psicodélicos y anfetaminas en la actividad cerebral de ratas, el equipo ha explorado el impacto de drogas como el LSD y la ketamina en roedores.
Este estudio podría brindar datos sobre el origen de la conciencia en el cerebro, un aspecto de gran relevancia en el campo del desarrollo de la inteligencia artificial.
Durante los últimos siete años, estos experimentos han implicado monitorear la actividad neuronal en diversas áreas cerebrales mientras las ratas realizan actividades básicas, como desplazarse en un espacio, comparando la actividad cerebral bajo la influencia de estas drogas con la actividad normal.
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Las sustancias estudiadas incluyen la ketamina, reconocida como droga recreativa y usada como tranquilizante en caballos y gatos, así como el LSD, conocido por su popularidad en la generación de los años 60.
“Al analizar los datos de ambas sesiones, los investigadores descubrieron que el LSD desvincula la conectividad funcional de las restricciones de la conectividad estructural, modificando simultáneamente la manera en que el cerebro regula el delicado equilibrio entre la integración y segregación de la información”, cita la revista National Geographic.
Además, detalla que, “específicamente, la emblemática sensación de ‘disolución del ego’ provocada por el LSD se asocia con una reestructuración de las redes cerebrales en un estado de elevada integración global”,
Sincronización neuronal en las ratas
Mediante la colocación de electrodos en los cerebros de las ratas bajo anestesia y el seguimiento de señales eléctricas provenientes de 128 áreas cerebrales, mientras los mamíferos están despiertos, los investigadores han observado una sincronización entre neuronas en diversas regiones cerebrales.
El investigador en neurofisiología integrativa en la Universidad de Lund, Per Halje, sugiere que “estas sincronizaciones podrían alterar la comunicación normal entre diferentes partes del cerebro, lo que podría ser crucial para comprender modelos de psicosis”.
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Aunque es una idea innovadora, no es la primera ocasión que se investiga esto. En este sentido, un estudio realizado en 2021, un grupo de 20 voluntarios sanos se sometió a escáneres cerebrales en dos sesiones separadas por quince días.
