Jordan Díaz logró un impresionante record, que alcanzó la marca de 18,18 metros y lo consolidó como el tercer mejor salto de la historia y un récord para España.
Este resultado evidenció su habilidad y preparación excepcionales en el triple salto, destacándose en gran medida a su riguroso entrenamiento de fuerza en la categoría masculina de esta exigente disciplina atlética.
Díaz desarrolló potencia en los músculos de las piernas, incluyendo cuádriceps, isquiotibiales y pantorrillas, mediante ejercicios de levantamiento de pesas y pliometría, permitiéndole generar la fuerza necesaria para cada fase del salto por medio de la maximización de su rendimiento.
El atleta que representa a España en París 2024, se enfocó en el entrenamiento pliométrico, lo que incluye saltos y movimientos que provocaron un mejor desempeño en la transferencia eficiente de energía durante el salto, de acuerdo a un artículo de la revista National Geographic.
Técnica deportiva en cada fase del salto
En cuanto a la velocidad, Díaz perfeccionó su técnica de carrera de aproximación, asegurando que su velocidad al llegar a la tabla de batida fuera óptima. Su entrenamiento se centró en mantener una aceleración constante y una postura adecuada, lo que le concedió convertir su velocidad en energía cinética efectiva.
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La técnica de esta disciplina deportiva, jugó un papel crucial en el éxito de Díaz, por medio de cada fase del salto (hop, step, y jump), asegurando que sus movimientos fueran fluidos y técnicamente correctos; asimismo, la sincronización precisa y el uso eficiente de la fuerza en cada fase, contribuyeron a su destacada marca.
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El enfoque integral de Díaz en su entrenamiento, que combinó fuerza, velocidad y técnica, le permitió lograr un alto nivel de consistencia en sus saltos, con enfoque multidisciplinario, que resultó clave para su rendimiento en los Juegos Olímpicos de París, 2024.