Medios locales de Brasil, han informado que el intento de golpe de Estado, contra el gobierno legítimo del presidente Lula da Silva, inició a producirse mucho tiempo antes del 8 de enero, desde que los seguidores de Bolsonaro no aceptaran la derrota electoral.
En este sentido, los adeptos a Bolsonaro todo el tiempo estuvieron planificando quebrantar el orden constitucional, y evitar de esta forma que Lula da Silva asumiera su tercer mandato.
En concreto, los atacantes lograron saquear las sedes de los tres poderes del Estado; y estos demandaron la intervención de las fuerzas militares, tras rechazar los resultados de las elecciones presidenciales.
El ministro de la Corte Suprema, Alexandre Moraes, denunció los actos terroristas, los cuales han revelado como una “verdadera tragedia anunciada”, tomando en cuenta el despliegue de propaganda y convocatorias a manifestaciones ilegales, desde las redes sociales.
Las investigaciones arrojan que las primeras acciones del intento de golpe de Estado, se llevaron a cabo a través de las plataformas de redes sociales, como Telegram, Twitter y WhatsApp.
En detalle, se conoce que los atacantes se organizaron en las redes sociales, utilizando la expresión “Festa da Selma”, que infiere a la selva amazónica; de igual forma, utilizaron el hashtag “BrazilianSpring”, que significa primavera brasileña.
Ante el arribo de varios autobuses llenos de partidarios bolsonaristas a la capital, el ministro de Justicia, Flávio Dino, tuvo que emplear la Fuerza Nacional para poder garantizar la seguridad en la plaza de los Tres Poderes, en Brasilia.
La llegada de estas unidades de buses, fue uno de los grandes indicios que el plan estaba siendo orquestado y coordinado muy meticulosamente.
Ante este hecho, las autoridades reportaron el arresto de unas 400 personas, en cuyos teléfonos móviles han encontrado mensajes que les implican de forma directa para generar violencia.
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Meta, informó que estará bloqueando desde sus redes todo tipo de contenido que fomente un intento de golpe de Estado en Brasil, o bien que incite a cualquier acto de violencia.
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Por su parte, la Fiscalía Federal se encuentra en estos momentos analizando fotografías y vídeos sobre los incidentes, para poder dar con las personas implicadas en actos vandálicos.
El presidente Lula da Silva, ha tachado de “barbarie” los ataques perpetuados; y tildó de “fascistas” a aquellas personas quienes se tomaron los edificios públicos.
