Las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre que Europa no debería formar parte de la agenda hostil de Estados Unidos contra China, profundizaron las grietas en la Unión Europea. El máximo representante del Consejo de ese organismo ha cuestionado la posición del bloque respecto a Washington, respaldando el argumento del mandatario francés.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, expresó en relación a la política exterior impuesta por la Casa Blanca contra países que no se alinean a sus intereses, que “hay un gran apego que sigue presente por esta alianza con Estados Unidos. Pero esta relación no debe suponer que debamos seguir ciega y sistemáticamente la posición de Washington en todos los problemas”.
Macron: Europa se convertiría en vasallo de Estados Unidos
En este sentido, Michel, coincidió con Macron sobre la “autonomía estratégica” que debe consolidar Europa, para superar las distintas dependencias que el continente aún mantiene con Washington.
Macron, tras su visita a China, instó a dejar a un lado la dependencia del dólar estadounidense, pues “de estallar una crisis”, Europa no tendría el tiempo ni los recursos para financiar su soberanía estratégica, convirtiéndose en “vasallos” de Estados Unidos.
«Lo peor sería pensar que los europeos debemos ser seguidores en este tema y adaptarnos al ritmo americano. ¿Por qué tendríamos que seguir un ritmo que otros han elegido por nosotros? En un determinado momento, debemos plantearnos la cuestión de nuestros propios intereses”, detalló el presidente francés.
Representantes europeos respaldan desmarcarse de la política exterior de EEUU
Michel, también hizo eco de estas declaraciones asegurando que “muchos líderes” del continente piensan lo mismo pero que “no se atreven a decirlo de igual forma”.
Por otro lado, el diputado alemán y expresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de ese país, Norbert Roettgen, afirmó que Macron “había convertido su viaje en un triunfo de las relaciones públicas de Pekín y un desastre de la política exterior europea”.
Bruno Le Maire, ministro de economía francés, expresó que, aunque la Unión Europea era aliada de los Estados Unidos, esto no significaba que debía de estar en contra de China. Mientras que la presidenta de la Comisión Económica Europea Úrsula von der Leyen, quien acompañó a Macron como invitada durante su viaje a Pekín, aseguro que “no es viable, ni del interés de Europa, desvincularse de China”.
En la actualidad son varios los países en todo el mundo que cuestionan el liderazgo de los Estados Unidos, y que miran a China como una potencia cuya política exterior se basa en el consenso y no en la coerción.
Países abandonan el dólar
Una muestra de esto es la desvinculación del dólar como única divisa por parte de varias naciones alrededor del mundo, entre ellas Brasil, India, Rusia, Arabia Saudita, Irán, Malasia, Indonesia, entre otras. Esta medida ha sido adoptada debido a la política de sanciones emprendida por Estados Unidos en contra de países que no se alienan a su política exterior y que vulnera la economía de los países afectados.
Recientemente, Joe Biden, amenazó con “consecuencias” en contra de Arabia Saudita, cuando miembros de la OPEP+, decidieron recortar la producción de petróleo en dos millones de barriles en octubre de 2022, y posteriormente en un millón de barriles en abril de 2023.
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En contraste China, logró mediar con éxito para que el reino saudita y la República Islámica de Irán, retomaran relaciones internacionales tras seis años de haberlas suspendido abruptamente. Ambas naciones, las dos potencias energéticas del Medio Oriente, afianzan más un posible ingreso al grupo BRICS, cuyo uno de sus principales miembros es China.
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Así, Europa ahora evalúa si le es sostenible continuar con la tradición de que, para ser aliado de Washington, deba renunciar a su soberanía económica, de seguridad y energética, o bien priorizar sus intereses y convertirse en un polo de relevancia del denominado “mundo multipolar”.