Uruguay atraviesa por una terrible crisis de escasez de agua potable, asociada a la falta de lluvias. Sin embargo, los ciudadanos acusan al gobierno de estar entregando el vital líquido a las élites agroindustriales.
El gobierno autorizó a la empresa OSE, mezclar agua salobre del Río de la Plata con lo poco que queda de las Reservas de Agua Dulce, para evitar recortes del suministro.
Ahora, el agua salada que llega a millones de uruguayos es imposible de consumir.