Cuba advierte sobre riesgos militares y amenazas a la región como Zona de Paz
Cuba advierte sobre riesgos militares y amenazas a la región como Zona de Paz

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció a Washington de sostener una política de dominación sobre América Latina y el Caribe. A su juicio, el enfoque actual reactiva viejos esquemas de control regional.

Asimismo, alertó que estas acciones comprometen la soberanía y la estabilidad política del hemisferio. Las declaraciones fueron emitidas durante una sesión oficial del Parlamento cubano.

Díaz-Canel afirmó que el denominado “corolario Trump” de la Doctrina Monroe, junto con la reciente Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, deja en evidencia las aspiraciones hegemónicas de Washington.

Sostuvo que dichos lineamientos desconocen la condición de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Este estatus fue proclamado oficialmente en 2014 por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Según el mandatario, estas políticas incrementan los riesgos de confrontación regional.

“El aberrante corolario Trump de la Doctrina Monroe y la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos no dejan dudas sobre las pretensiones hegemónicas contra los pueblos y naciones de nuestra América”, afirmó Díaz-Canel.

El jefe de Estado agregó que estas posturas ignoran compromisos regionales de convivencia pacífica y colocan en peligro la estabilidad continental.

Señaló además que esta doctrina refleja las ambiciones de un poder unipolar en declive. En ese contexto, denunció intentos por apropiarse de recursos naturales que pertenecen a naciones soberanas del hemisferio occidental.

“Esto explica el impulso a planes para establecer bases militares, la presencia militar desproporcionada y agresiva en el Caribe, así como las crecientes y provocadoras amenazas contra Venezuela”, subrayó el presidente cubano.

Díaz-Canel sostuvo que los pretextos utilizados para justificar estas acciones son inconsistentes y cambian con rapidez. A su criterio, tales maniobras buscan legitimar una política exterior coercitiva. También advirtió que estas prácticas aumentan la tensión geopolítica y debilitan los mecanismos de diálogo regional.

El mandatario calificó como criminal la amenaza de una guerra abierta o encubierta contra Venezuela, al considerar que constituye una violación directa del Derecho Internacional.