El presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmaron sus lazos bilaterales en Moscú, con el objetivo de fortalecer la asociación estratégica en los ámbitos económicos, comerciales, políticos y humanitarios.
Díaz-Canel, llegó a Moscú desde el 19 de noviembre, en el contexto de su gira internacional que se extiende hasta el 27 del mismo mes, recorriendo Argelia, Turquía, Rusia y China.
Ante su visita, Putin expresó su apoyo incondicional e histórico, además del rechazo a las restricciones y embargos impuestos por Estados Unidos contra la Isla, a la que Moscú considera la “Hermana Patria Cubana”, y con la que mantiene una amistad desde hace décadas.
“La Unión Soviética y Rusia siempre apoyaron y siguen apoyando al pueblo cubano en su lucha por la independencia, por la soberanía. Siempre nos opusimos a todo tipo de restricciones, embargos, bloqueos, etc., siempre apoyamos a Cuba en los escenarios internacionales”, señaló el jefe de Estado ruso.
El mandatario ruso, añadió que es necesario “seguir adelante y fortalecer nuestra cooperación tomando en cuenta la situación actual”.
Por su parte, Miguel Díaz-Canel, opinó durante su intervención en la Cámara Baja del Parlamento de Moscú, que “las razones del actual conflicto en la zona, hay que buscarlas en la política agresiva de Estados Unidos y en la expansión de la OTAN hasta las fronteras con Rusia”.
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Una visita para honrar la revolución
La primera parte de la visita de Díaz-Canel en Moscú, tuvo parada en la inauguración del monumento al líder de la revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), en una plaza de la capital de Rusia.
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De acuerdo a Putin, la amistad de ambos pueblos “es un símbolo de una época entera, de los movimientos de liberación nacional, de la caída del sistema colonial y de la creación de nuevos Estados independientes en América Latina y África”.