Trump y Xi Jinping se reunieron en la cumbre del APEC, marcando un giro en las relaciones, enfocándose en la cooperación futura
Trump y Xi Jinping se reunieron en la cumbre del APEC, marcando un giro en las relaciones, enfocándose en la cooperación futura

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un giro inesperado respecto a China al elogiar la cooperación entre ambos países, luego de haberle declarado una guerra comercial al gigante asiático.

Trump calificó como «muy provechosa» la reciente reunión con el presidente chino, Xi Jinping, y expresó su optimismo sobre el futuro de las relaciones bilaterales. El encuentro, que tuvo lugar en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Busan, Corea del Sur, fue comentado por el mandatario en un mensaje publicado en su red social Truth Social.

 “Mi reunión del G2 con el presidente Xi fue muy provechosa para nuestros dos países. Esta reunión nos llevará a una paz y un éxito duraderos. ¡Que Dios bendiga a China y a Estados Unidos!”, escribió Trump en Truth Social.

La reunión, que duró aproximadamente 100 minutos, abordó temas clave como los aranceles, los chips informáticos y los minerales de tierras raras. Donald Trump destacó que el encuentro fue «maravilloso» y que el progreso logrado contribuiría a un futuro más próspero para ambas economías.

“Toda la relación es muy, muy importante”, reconoció Trump, resaltando el liderazgo de Xi Jinping y la fortaleza de China como un país clave en la arena global.

Por su parte, el presidente Xi Jinping instó a EE.UU. a continuar trabajando juntos para garantizar una relación estable y evitar caer en un «círculo vicioso de represalias mutuas». Xi subrayó la importancia de reconocer los beneficios a largo plazo de la cooperación y la necesidad de mantener el rumbo correcto, a pesar de los desafíos.

Según Joe Mazur, analista de geopolítica en Trivium China, el cambio en la relación entre EE.UU. y China refleja la estrategia eficaz de Pekín. En declaraciones a Reuters, Mazur señaló que este giro es una «vindicación total» de la política china de no atacar primero, pero siempre responder de manera firme a las agresiones.