La derrota de EEUU, a través de las diferentes revoluciones de colores, solo evidencian la decadencia y el fracaso de un sistema político exterior obsoleto, frente a la propuesta de un mundo multipolar incluyente, encabezado por Rusia y China.
De acuerdo a los Servicios de Inteligencia Exterior de Rusia(SVR), Estados Unidos, planea ejecutar un plan con el mismo “guion clásico” de “revolución de color”, durante las elecciones parlamentarias que se celebrarán en octubre en Georgia.
“Se provocará que los organismos encargados de hacer cumplir la ley repriman por la fuerza las protestas”, mencionó la oficina de inteligencia; al tiempo que aseguraron que el Gobierno de Estados Unidos, está “extremadamente insatisfecha”, con la política exterior de Georgia, mencionó el comunicado de alerta por parte del SVR.
De igual manera, los aparatos de seguridad de Estados Unidos, ejecutan prácticas de sabotajes, amparadas por organismos que a su vez corresponden a los intereses de gobiernos extranjeros, que practicando injerencismos, utilizan grupos de oposición en cada país donde desarrollan las llamadas “revoluciones de colores”.
Una vez el plan es ejecutado, Estados Unidos junto con sus aliados, intervienen en el problema que se exterioriza por medio de las llamadas ONG, las cuales reciben financiamiento previo, como parte del plan.
“Las revoluciones de colores” fueron planteadas por el activista político estadounidense, Gene Sharp, quien, en 1993, desde su manual de la “Dictadura a la Democracia”, instó a tomar pasos con el fin de provocar manipulación y caos, que desde sus palabras se traducen a “desobediencia civil”.
Decadencia de la hegemonía de Occidente
No obstante, el registro de fracaso de las falsas “revoluciones de colores” evidencia la derrota de Estados Unidos en países como Ucrania, Kirguistán, Georgia, Rusia, Nicaragua, Venezuela e Irán, donde han buscado imponer el sistema de gobierno que les favorece, acorde a su política exterior.
Puedes leer: EEUU planea una «revolución de color» en Georgia, según inteligencia rusa
Con el tiempo, otras “revoluciones de colores” han adoptado nombres de plantas, flores o frutas. Un ejemplo es la “Revolución de los Girasoles en Taiwán en 2014”, donde se ocuparon planta de girasoles como símbolos representativos, y donde estaba ligada la influencia de gobiernos occidentales en la movilización de estudiantes y activistas de China Taiwán.
Te puede interesar: Rusia se enfrenta a todo Occidente Por otro lado, el desafío actual de Estados Unidos, gira en torno a la adaptación frente a la creación de un mundo multipolar, que obliga a Washington y sus aliados a ubicarse en una nueva posición, rezagando cada vez más a la decadente política hegemónica Occidental.