El Club de Prisioneros Palestinos denunció que la administración de la prisión de Damon en Israel ejecutó cuatro operativos represivos contra reclusas palestinas.
De acuerdo con la organización, las acciones incluyeron agresiones físicas y psicológicas, además de tratos degradantes como el uso de perros, gas lacrimógeno y traslados forzados en condiciones humillantes.
Testimonios recogidos en visitas de campo revelaron que las prisioneras fueron esposadas, obligadas a agachar la cabeza y sometidas a maltratos.
El comunicado también advirtió sobre las precarias condiciones de detención, señalando escasez de alimentos, falta de productos de higiene femenina, propagación de insectos y enfermedades cutáneas derivadas de las altas temperaturas, humedad y mala ventilación.
Ante este panorama, el Club de Prisioneros hizo un llamado urgente a organismos internacionales de derechos humanos para que intervengan y protejan a las mujeres privadas de libertad en cárceles israelíes. Actualmente hay 48 prisioneras palestinas, entre ellas dos menores de edad y una mujer embarazada.
La organización sostuvo que estas agresiones forman parte de una política sistemática de represión penitenciaria, la cual se ha intensificado desde el inicio de la agresión israelí en Gaza.
En la misma línea, la Comisión Palestina de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros informó que la prisión de Gilboa incrementó el uso de tortura y represalias contra reclusas, incluyendo dolorosas descargas eléctricas durante allanamientos en celdas.