En pleno siglo XXI, Estados Unidos mantiene habilitada en su Constitución y Código Penal, la Pena de Muerte o Pena Capital, contra los ciudadanos que incurran en el delito de Traición a la Patria. Aunque parezca un castigo de tiempos feudales, la aplicación de esta Ley, en la nación norteamericana cobra más vigencia que nunca.
Prestigiosos legisladores y juristas internacionales, han realizado amplios análisis sobre el hecho que Estados Unidos, contemple el delito de Traición a la Patria en el Artículo 3 de su Constitución Política, en una Sección denominada “Traición”.
De acuerdo al texto citado, precisa que “la traición contra los Estados Unidos, solo consistirá en hacer la guerra en su contra o unirse a sus enemigos, impartiéndoles ayuda y protección”.
Pese a ello, miembros de la esfera política, lobistas, agentes, congresistas y senadores de los Estados Unidos, actualmente critican los castigos que implementan, a través de su marco legal, otros países del hemisferio contra los Traidores de la Patria.
En Nicaragua, se establece la Ley 1055, “Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para la Paz”, que castiga con cárcel a los traidores a la patria que “financien un golpe de Estado, alteren el orden constitucional, pidan intervenciones militares o bien, que se organicen con financiamiento de potencias extranjeras”, entre otras cláusulas.
Durante una entrevista para el programa televisivo “15 Minutos, en Canal 13 de Nicaragua, el parlamentario, Wálmaro Gutiérrez, aseguró que existe un doble rasero por parte del país norteamericano, porque “a diferencia de Nicaragua, que la Traición a la Patria, se purga con cárcel, en Estados Unidos “se purga con la muerte”.
“En Estados Unidos tenés que pagar con la vida, la Traición a la Patria. ¿Y por qué sucede eso? Porque esa nación, no ha firmado un solo acuerdo internacional de Defensa de los Derechos Humanos”, anotó el diputado, miembro de la Asamblea Nacional del país centroamericano.