Nicaragua celebra 45 años del Día de la Alegría, cuando el dictador, Anastasio Somoza.
Nicaragua celebra 45 años del Día de la Alegría, cuando el dictador Anastasio Somoza huye del territorio nicaragüense.  

Nicaragua celebra el 45º Aniversario del Día de la Alegría, rememorando el 17 de julio de 1979, cuando el último dictador de la tiranía somocista, Anastasio Somoza Debayle, huye del país ante el avance indetenible del Frente Sandinista de Liberación Nacional junto al pueblo nicaragüense.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado en 1961, jugó un papel crucial en la resistencia contra el régimen. Tras años de acumulación de fuerzas en secreto, en 1974 el FSLN inició una fase de confrontación armada abierta que culminó con la caída del régimen somocista.

De esta manera, la huida de Somoza el 17 de julio de 1979 se festeja como el Día de la Alegría, un capítulo de triunfo para el pueblo nicaragüense liderado por el Frente Sandinista.

Somoza huye de Nicaragua

El 16 de julio, el dictador decide huir de Nicaragua con destino a Estados Unidos, sin embargo, Jimmy Carter, presidente norteamericano, le niega el asilo. Por lo que terminaría, abandonando Nicaragua en avión, junto a una cúpula muy cercana, la madrugada del 17 de julio de 1979, siendo recibido por la dictadura de Stroessner, en Paraguay.

Y como parte de un clamor popular, en la mañana del 17 de julio toda Nicaragua se llenaba de rostros de felicidad y vitoreo, finalmente se había esfumado el dictador y opresor de la nación junto a su estirpe; en todas partes, de manera desmedida, se esparcía la alegría.

Antonio Benavides, “Rafael”, exguerrillero sandinista, quien protagonizó la icónica patada a un cuadro con la imagen de Anastasio Somoza, momento capturado en fotografía el día que el tirano salió del país, relató el regocijó que significó para los nicaragüenses, la huida del dictador.

La patada al cuadro de Somoza fue, “podríamos decir una escena icónica importante, emblemática, sentimos todos los nicaragüenses que esa patada que le dimos varios compañeros, no solo yo, era la patada definitiva, que se iba el jefe de la dictadura militar somocista de Nicaragua, el 17 de julio, que es el Día de la Alegría nacional”, destacó Benavides décadas después.

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Francisco Urcuyo, vicepresidente del régimen somocista, asume como Presidente interino de Nicaragua, y la alegría se ve interrumpida ante esta zozobra, de estar subyugados ante los resquicios de la dictadura.

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Cuarenta y tres horas, fue el tiempo que estuvo Urcuyo como presidente interino, y ante esto toda la nación movida por un hilo revolucionario se congrega el 19 y 20 de julio en Managua, como la expresión misma de la victoria definitiva ante los opresores, y Nicaragua veía fin a una de las dictaduras más crueles y sanguinarias de América Latina.