El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su país llevó a cabo un “ataque exitoso” contra tres instalaciones nucleares estratégicas en Irán: Fordo, Natanz e Isfahán.
El mandatario comunicó la operación a través de su cuenta en Truth Social, donde afirmó que todos los bombarderos retornaron sin incidentes y calificó la acción como un paso hacia la paz.
«Hemos completado nuestro exitoso ataque a tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordo, Natanz e Isfahán. Todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní. Una carga completa de bombas fue lanzada en el sitio principal, Fordo», detalló Trump.
Según medios estadounidenses, Israel fue informado con antelación sobre los bombardeos.
La agencia Reuters reportó que en el operativo se emplearon bombarderos furtivos B-2 Spirit, armados con municiones antibúnker GBU-57, capaces de penetrar instalaciones subterráneas como la planta de Fordo, excavada en una montaña.
Por su parte, medios oficiales de Irán, aseguraron que las instalaciones nucleares ya habían sido evacuadas antes del ataque.
La ofensiva representa un cambio drástico en la política exterior de Washington hacia Teherán. Desde 1979, tras la Revolución Iraní, Estados Unidos no había ejecutado ataques directos sobre infraestructuras clave del país persa.
Desde el inicio de las hostilidades el 13 de junio, Irán e Israel han sostenido un cruce constante de ataques.
Ante el nuevo escenario, líderes como el presidente ruso Vladímir Putin expresaron su rechazo y alertaron sobre los riesgos de una escalada mayor en la región.
Moscú y Pekín calificaron la ofensiva como una “grave violación del derecho internacional” y exigieron contención inmediata.
