Estados Unidos ha vuelto a desplegar armamento nuclear en territorio británico por primera vez desde 2008, según reveló el medio especializado UK Defence Journal.
Las bombas termonucleares B61-12 fueron transportadas recientemente desde la base aérea de Kirtland, en Nuevo México, hacia la instalación de la Real Fuerza Aérea (RAF) en Lakenheath, situada en el condado de Suffolk, al noreste de Londres.
El movimiento responde a una reconfiguración de la estrategia nuclear de la OTAN, en el actual entorno geopolítico.
Las nuevas armas, consideradas una versión modernizada de uno de los proyectiles más longevos del arsenal estadounidense, refuerzan la capacidad de disuasión aliada en el contexto geopolítico actual.
La B61-12 es una bomba de gravedad guiada, apta para ser lanzada por diversos tipos de aeronaves, incluidos los cazas F-35A.
Con una potencia máxima estimada de 50 kilotones, su diseño permite una mayor precisión y adaptabilidad en escenarios europeos, de acuerdo con especificaciones divulgadas por el Pentágono.
Las ojivas están siendo almacenadas en una instalación de alta seguridad previamente acondicionada para tal propósito.
El nuevo emplazamiento habría sido preparado con meses de antelación, anticipando el traslado, según fuentes citadas por UK Defence Journal.
Cabe recordar que la base de Lakenheath ya jugó un papel clave durante la Guerra Fría como centro de despliegue nuclear estadounidense en Europa Occidental.
Su reactivación pone fin a 17 años de retiro nuclear en Reino Unido y señala un endurecimiento claro en la política de defensa frente a Rusia.