Estados Unidos proyecta construir una base militar valorada en 500 millones de dólares cerca de la frontera con Gaza, según fuentes israelíes citadas por Yedioth Ahronoth y Shomrim.
El complejo albergaría a miles de soldados estadounidenses con el objetivo, declarado por el gobierno norteamericano, de “supervisar” el cumplimiento del supuesto alto el fuego.
“El CMCC en Kiryat Gat será responsable de la mayor parte de las actividades en Gaza. Y el estatus o la posición de Israel como actor dominante en Gaza va a cambiar”, declaró el Dr. Michael Milshtein, ex jefe de la Inteligencia Militar israelí.
La iniciativa, que implicaría la presencia directa y prolongada de EEUU en territorio israelí, refleja la intención de intensificar su participación en el genocidio palestino, ahora bajo la justificación de garantizar la estabilidad en la región.
Esta inversión, sin embargo, podría abrir una intensa crisis interna en Washington. Algunos legisladores republicanos han expresado su oposición a la expansión de la presencia militar estadounidense en el extranjero.
La relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, presentó su informe “El genocidio en Gaza, un crimen colectivo”, en el que acusa a EEUU y la UE de sostener con su respaldo militar, financiero y diplomático las agresiones de Israel en Gaza. pic.twitter.com/BnB7NQfmGZ
— JP+ (@jpmasespanol) November 6, 2025
La magnitud del gasto estimado en la base militar, (medio billón de dólares) podría enfrentar cuestionamientos en el Congreso, en un contexto de presión presupuestaria interna.
Unos 200 soldados estadounidenses fueron enviados al Centro de Coordinación Militar (CMCC) de Kiryat Gat tras la firma del acuerdo de alto el fuego con Hamás, además de dos baterías antimisiles THAAD.
De concretarse el nuevo proyecto, significaría una expansión sin precedentes de la actividad estadounidense en la Franja de Gaza.
Fuentes citadas por The Washington Post, revelaron que el CMCC asumirá el control total de la distribución de ayuda humanitaria, desplazando a la autoridad israelí COGAT a un papel secundario.
