China ya cuenta con su nuevo cohete portador para lanzamientos orbitales. El Lijian-1 (ZK-1A), realizó su debut en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan en el noroeste de China, convirtiéndose en el cohete de combustible sólido más grande y poderoso del país asiático.
Su misión fue colocar, en una órbita preestablecida, seis dispositivos experimentales que realizarán tareas enfocadas a la observación de la densidad atmosférica y experimentos sobre nuevos avances espaciales, entre otras actividades.
El imponente cohete cuenta con una longitud de 30 metros, un diámetro de 2.65 metros y un peso de despegue de 135 toneladas métricas. El Lijian-1, está diseñado para colocar satélites con un peso combinado de 1.5 toneladas a una órbita heliocéntrica a unos 500 kilómetros sobre la Tierra.
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La compañía de lanzamiento espacial CAS Space, que labora de la mano con la Academia de Ciencias de China, llevó a cabo la construcción del cohete, logrando que cuente con una gran capacidad de carga, alta precisión orbital y una eficiencia de alto costo, además de ser uno de los mejores portadores de propulsor sólido del mundo.
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Luego de su exitoso lanzamiento, el Lijian-1 se convirtió en el cohete de combustible sólido más grande y poderoso de China, reemplazando al Long March 11, el cual contaba con una altura de 20,8 metros, un diámetro de 2 metros y un peso de despegue de 58 toneladas.