El consumo de alcohol no es exclusivo de los humanos, sino que está presente en diversas especies animales. De acuerdo a un artículo de la Revista National Geographic, especies como la mosca de la fruta, escarabajos y aves, consumen etanol de manera habitual, aprovechando frutos fermentados o néctar con levaduras.
Esta práctica ha sido clave para la evolución de estos animales, proporcionando beneficios como propiedades antimicrobianas o nutricionales.
La mosca de la fruta, por ejemplo, no solo se embriaga, sino que también utiliza el alcohol para prevenir infecciones en sus huevos.
Este comportamiento adaptativo sugiere que el etanol ha tenido un papel ecológico importante, favoreciendo la relación simbiótica entre plantas, hongos y animales.
El alcohol como ventaja evolutiva para la supervivencia
A nivel evolutivo, algunos animales podrían haber desarrollado la capacidad de metabolizar el etanol para acceder a recursos alimenticios alternativos durante épocas de escasez.
Este fenómeno también podría estar relacionado con la supervivencia, ya que el consumo de frutas fermentadas les permitió evitar competir con otras especies.
Los humanos, por su parte, podrían haber heredado esta capacidad de sus ancestros primates, quienes, al adaptarse a un estilo de vida terrestre, aprovecharon los frutos fermentados como una fuente de alimento durante tiempos difíciles, lo que marcó una ventaja evolutiva para la supervivencia.