La automotriz Tesla de Elon Musk, se ha visto forzada a suspender la compra de componentes esenciales desde China para dos de sus modelos estrella: el robotaxi Cybercab y el camión eléctrico Semi, según revelaron medios estadounidenses. La decisión llega en medio de una nueva escalada en la guerra comercial entre Washington y Pekín, impulsada por Donald Trump.
“Los planes de Tesla para importar componentes para el Cybercab y el Semi fueron pausados después de que Trump elevara los aranceles en la guerra comercial con China”, señala Reuters.
La empresa fundada por Musk había intentado absorber los sobrecostos iniciales derivados del aumento del 34% en los aranceles. Sin embargo, con el nuevo anuncio de tarifas aún más altas, Tesla optó por congelar sus importaciones desde el gigante asiático.
Esto pone en riesgo el cronograma de producción de ambos modelos, cuya fabricación en masa estaba prevista para octubre de este año.
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Musk paga el precio de la guerra arancelaria de su aliado Trump
La respuesta de China ha sido firme. A partir del 10 de abril, Pekín elevó los aranceles a los productos estadounidenses del 34% al 84%, y en los últimos días, esa cifra escaló hasta un contundente 125 %, en represalia directa a la nueva ofensiva comercial de Washington, cuyas tarifas ya alcanzan hasta el 145 % y podrían subir hasta un 245 %.
“El país asiático está respondiendo a las tarifas comerciales estadounidenses de forma desproporcionada”, justificó Trump, quien aseguró que las medidas seguirán vigentes hasta que China acepte las condiciones impuestas por Estados Unidos.
Sin embargo, Pekín sentó que no está dispuesto a ceder. Este miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, fue tajante: China no se someterá a presiones.
«Si Estados Unidos realmente quiere resolver el problema a través del diálogo y la negociación, debería abandonar la presión extrema, dejar de amenazar y chantajear», afirmó el diplomático.