El presunto autor del tiroteo masivo en Maine, Lewiston, Estados Unidos, que dejó al menos 18 personas asesinadas, Robert Card, fue encontrado sin vida a consecuencia de un disparo en la cabeza que se propinó así mismo, según detallaron las autoridades policiales.
La gobernadora, Janet Mills, brindó la noticia asegurando “Robert Card está muerto”. Asimismo, la funcionaria estadounidense expresó: “…Robert Card ya no es una amenaza para nadie. Sé que hay muchas personas que comparten ese sentimiento, pero también sé que su muerte puede no traer consuelo a muchos. Pero ahora es el momento de sanar”.
El ´presunto asesino, fue ubicado en las proximidades de Lisbon, una localidad que queda a tan solo 12 kilómetros de Lewiston, donde supuestamente ejecutó el tiroteo que conmocionó a los ciudadanos estadounidenses, principalmente en esa ciudad.
Biden se pronuncia sobre el caso
El presidente de la nación norteamericana, Joe Biden, brindó declaraciones tras salir a la luz pública el hallazgo del cuerpo sin vida de Card, y precisó sobre la tranquilidad que eso implica para los habitantes de Lewiston, y los sitios cercanos a esta zona.
“Esta noche nos sentimos agradecidos de que Lewiston y las comunidades vecinas están seguras después de pasar días insoportables escondidos en sus casas”, detalló el inquilino de la Casa Blanca, quien se mantenía a la expectativa del lamentable caso.
“De nuevo pido a los republicanos en el Congreso que cumplan con su obligación de mantener seguros a los estadounidenses. Hasta que llegue ese día, seguiré haciendo todo lo que esté en mis manos para poner fin a esta epidemia de violencia con armas de fuego”, afirmó.
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Biden, anteriormente también condenó lo ocurrido en Maine como un acto “sin sentido y trágico”, y exhortó a los congresistas a apoyar la prohibición de armas de asalto. Sin embargo, el gobierno norteamericano, ha sido criticado frecuentemente por no realizar acciones sustanciales para la problemática de los tiroteos y asesinatos masivos que azotan el país.
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Card, de 40 años de edad, originario de Bowdoin, Maine, era instructor de armas de fuego, y fue un reservista del ejército estadounidense con base en Saco. Además enfrentaba problemas de salud mental, incluso informes recientes revelaron que el sujeto aseguró «escuchar voces» y amenazas relacionadas con una base de entrenamiento militar.
