
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que los recientes ataques contra buques mercantes en el mar Negro representan una seria amenaza para la seguridad marítima.
Durante un encuentro en Ankara con embajadores turcos acreditados en el exterior, el mandatario señaló que estas acciones no aportan beneficios a ninguna de las partes involucradas en el conflicto ucraniano.
«Sin embargo, los ataques mutuos de los últimos días suponen una grave amenaza para la seguridad de la navegación en el mar Negro. Atacar buques mercantes y civiles no beneficia a nadie», resaltó el mandatario.
Erdogan recordó que Turquía ha desempeñado un papel clave como mediador entre Rusia y Ucrania, al acoger varias rondas de negociaciones directas en Estambul.
Destacó que estos diálogos permitieron avances humanitarios relevantes, como los intercambios de prisioneros y la Iniciativa del Mar Negro, que facilitó la salida de productos agrícolas desde puertos ucranianos.
No obstante, el jefe de Estado subrayó que los ataques mutuos registrados en los últimos días agravan el riesgo para la navegación comercial.
El presidente turco también enfatizó que su país cumple de forma estricta la Convención de Montreux, tratado que regula el paso por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos.
Este acuerdo, firmado en 1936, otorga a Turquía el control de esas vías estratégicas y prohíbe el tránsito de buques de guerra de países implicados en conflictos armados.
Las declaraciones se producen tras una serie de incidentes recientes. A finales de noviembre, los petroleros Kairos y Virat, con destino al puerto ruso de Novorossíisk, fueron atacados con embarcaciones no tripuladas.
Posteriormente, un buque cisterna que transportaba aceite de girasol desde Rusia hacia Georgia también fue blanco de un ataque a más de 100 kilómetros de la costa turca, elevando la preocupación regional.




