La Unión Europea analiza la posibilidad de reactivar la importación de gas ruso a través de gasoductos, según reveló el Financial Times.
A pesar de los esfuerzos para reducir la dependencia energética de Rusia, el alto costo del gas en Europa ha generado presiones para retornar a la opción más asequible.
Algunos funcionarios alemanes y húngaros respaldan la iniciativa, argumentando que permitiría reducir los precios de la energía y abriría una vía de negociación con Moscú sobre el conflicto en Ucrania.
Sin embargo, la medida ha generado descontento entre diplomáticos de Europa del Este y exportadores estadounidenses de gas natural licuado, quienes buscan mantener su dominio en el mercado europeo.
El corte del suministro ruso a través de Ucrania desde enero, debido a la negativa de Kiev a extender el acuerdo de tránsito, ha elevado aún más los precios del gas en la UE.
Actualmente, la única fuente de gas ruso por gasoducto para Europa es el Balkan Stream, que transporta combustible desde el Turkish Stream, con un volumen anual de hasta 15.000 millones de metros cúbicos.
UE se replantea su política energética
Washington, bajo la administración de Donald Trump, presiona a Bruselas para que aumente la compra de GNL estadounidense, amenazando con aranceles a productos europeos.
No obstante, la crisis industrial en la UE obliga a evaluar alternativas energéticas más económicas, dado que los costos actuales del gas en Europa triplican los de EE.UU.
Moscú ha reiterado su disposición a comerciar con Europa, señalando que las sanciones impuestas no han debilitado su economía, pero sí han afectado a varias naciones del bloque comunitario.